Saber reanimar puede salvar vidas

Es muy importante tener nociones básicas de reanimación cardiopulmonar, especialmente si se está al cuidado de niños pequeños.

La Dra. Lorena Yates, pediatra de Clínica Universidad de los Andes, indica cómo debemos actuar para ayudar a una persona que ha sufrido un ahogo por inmersión:

> Gritar pidiendo ayuda.

> Sacar al niño o a la persona afectada del agua.

> Si respira, poner a la persona de costado y llamar a la ambulancia.

> Si no respira, iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar durante al menos dos minutos, antes de retirarse de su lado para llamar a una ambulancia.

> No intentar extraer agua de los pulmones

> No quitar la ropa. La baja temperatura protege.

A continuación se describen los pasos a seguir para realizar una reanimación cardiopulmonar, que es un procedimiento de emergencia para salvar vidas cuando la persona ha dejado de respirar o el corazón ha cesado de palpitar producto de un ahogamiento, una descarga eléctrica o un ataque cardíaco:

1. Asegurar que la vía aérea, la boca, esté abierta y despejada. Esto se logra con una inclinación de la cabeza y elevación del mentón.

2. Iniciar la respiración boca a boca, soplando aire por la boca de la persona ahogada para suministrar oxígeno a sus pulmones. Repetir dos veces.

3. Iniciar masaje cardiaco con el objeto de mantener la sangre circulando. Para esto, colocar la base de una mano en el esternón y aplicar presión hacia abajo de tal modo que se comprima el pecho. Realizar 30 compresiones de manera rápida, sin pausa.

4. Volver a dar respiración boca a boca.

5. Repetir esta secuencia cinco veces, lo que equivale a alrededor de dos minutos, antes de retirarse del lado de la persona accidentada para llamar al servicio de emergencia o concurrir a una unidad de Urgencia.

6. Continuar con la reanimación cardiopulmonar hasta que el niño se recupere o llegue ayuda.

Los efectos de la asfixia por inmersión son:

  • La hipoxia o falta de llegada de oxígeno a todos los tejidos
  • El órgano más afectado es el cerebro; en segundo lugar, el corazón.
  • A los tres minutos, el niño puede quedar con daños neurológicos.

 

Autor: Lorena Yates

Fuente: https://www.clinicauandes.cl

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