¿Por qué es casi imposible adelgazar solo de una zona del cuerpo?

A mí me gustaría adelgazar de aquí y no de allá. ¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Perder peso de manera localizada se trata de un antojo difícil de obtener. Los expertos en obesidad explican los motivos.

Lo primero es conocer los factores que intervienen en que se acumule más grasa en una zona del cuerpo que en otra. “Básicamente, genéticos, así como la edad, el sexo y los hábitos de vida, la alimentación y el ejercicio. También existe un factor hormonal, y el estrés o la ansiedad que estimulan la liberación de diferentes hormonas como el cortisol, cuyo aumento en sangre puede favorecer la acumulación de grasa en el organismo, especialmente en el abdomen”, resume Adelardo Caballero, director y coordinador del Instituto de Obesidad.

Sobre la genética, Diego Bellido, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEO-Seedo), explica que, por ejemplo, hay familias en las que todas las mujeres tienen más grasa en las caderas. Predomina en ellas la distribución ginoide o tipo ‘pera’.

Asimismo, este endocrinólogo hace hincapié en que el estrés condiciona una distribución anómala de la grasa, influyendo en la acumulación en la parte abdominal.

Diferencias entre mujeres y hombres
Las mujeres tienen más proporción de grasa corporal que los hombres, entre un 6 por ciento y un 11 por ciento más. Según el director del Instituto de Obesidad, “una de las razones sería un aumento de los niveles de hormonas (estrógenos), que reducen la capacidad de quemar energía, y, por tanto, almacenan más grasa en el cuerpo. Además, las mujeres tienden a acumular más grasa en diferentes zonas localizadas, sobre todo en glúteos, caderas y muslos, mientras que los hombres lo hacen en la zona abdominal”.

Bellido especifica que cuando bajan los niveles de estrógenos, con la menopausia, se produce una distribución de la grasa más localizada en la cintura. Sin embargo, en los casos de hipogonadismo (una patología caracterizada por el déficit de testosterona que afecta a los hombres), la grasa se distribuye más en las caderas.

¿Adelgazar solamente de una zona del cuerpo es imposible?
“La reducción de grasa de puntos localizados es muy difícil, ya que la pérdida de peso tiende a generalizarse en todo el cuerpo. Al final de la pérdida progresiva de peso es cuando se pierde de las zonas con más acumulación”, explica Caballero.

En ese sentido, Bellido comenta que la dificultad reside en que la grasa condicionada por la genética es la última que se pierde. Y pone los siguientes ejemplos: “Una persona que tiene una constitución ginoide (tipo ‘pera’) lo último que perderá será la grasa de la zona de las caderas. Lo mismo les pasa con la barriga a los individuos que presentan una distribución de la grasa androide o tipo ‘manzana’”.

¿Qué alternativas hay?
Para Caballero, la mejor alternativa es seguir una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas, rica en proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta, acompañado de una práctica de ejercicio físico diaria. Esta pauta no se centra en la pérdida de grasa en un punto localizado, sino en la pérdida de grasa corporal total.

Otras opciones para tratar zonas concretas son tratamientos estéticos aplicados de forma zonal, o incluso tratamientos quirúrgicos como la liposucción. Pero incluso en estos casos hay que mantener el peso estable, ya que si se engorda, los efectos de estos tratamientos son nulos.

Bellido distingue el objetivo estético del clínico, que está más relacionado con la salud. “Desde el punto de vista clínico, la grasa que más nos preocupa es la que se acumula en el abdomen y en el tronco, más incluso que la total. La grasa abdominal es la patológica, porque es la grasa visceral que eleva el riesgo de enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes, el síndrome metabólico, la hipertensión arterial, el hígado graso y las enfermedades cardiovasculares”. En estos casos sí existen modelos o patrones dietéticos para reducir la grasa visceral.

En población caucásica es muy complicado ver a una persona con un peso normal que tiene un exceso de grasa abdominal. Pero ¿qué se considera demasiada grasa en el abdomen? En una mujer un perímetro de la cintura superior a los 88 centímetros y en un hombre, por encima de los 102 centímetros.

¿El entrenamiento centrado en una zona concreta ayudaría?
Entrenar puede contribuir a la pérdida de peso total, acompañado de una dieta equilibrada. “El entrenamiento especializado en una zona concreta del cuerpo puede contribuir a ganar masa muscular en esa zona específica, con lo que se consigue más definición en la forma corporal”, indica el director del Instituto de Obesidad.

¿Se puede prevenir engordar de una parte del cuerpo?
“No se puede evitar engordar de una zona concreta o de otra. Lo que sí se puede prevenir es el aumento de peso total a través de una buena alimentación y ejercicio físico”, concluye Caballero.

En concreto, dice Bellido, conviene llevar una dieta equilibrada que reduzca el exceso de calorías vacías (el alcohol, los azúcares y los hidratos de carbono refinados). También es importante repartir los nutrientes de una forma adecuada.

Aprendiendo más sobre grasa y composición corporal
“El análisis de la composición corporal determina qué parte de tu cuerpo es grasa y cuál no lo es. La parte no grasa del cuerpo es la masa magra, e incluye el músculo, agua, huesos y órganos. La masa magra se conoce como tejido metabólicamente activo, puesto que quema calorías durante todo el día. Cuanto más porcentaje suponga, mayor es la tasa metabólica en reposo. La grasa corporal es una forma de almacenamiento de energía y, por lo tanto, tiene una demanda muy baja en calorías”, señala Caballero.

Los factores como la dieta, la edad, el sexo, el ejercicio físico (así como el tipo de deporte practicado y el tiempo dedicado a éste) y la genética influyen en la determinación de la composición corporal y, por tanto, ésta es variable.

Bellido explica que el porcentaje de grasa corporal varía durante la vida. Nacemos con mayor porcentaje de agua -casi un 60 o 70 por ciento-, y éste va disminuyendo progresivamente a lo largo de la vida. Al mismo tiempo, aumenta el tanto por ciento de la grasa corporal conforme vamos envejeciendo. “Ese cambio de composición corporal relacionado con la edad se puede moldear con la actividad física, es decir, haciendo ejercicio físico de manera regular”.

Por último, una curiosidad: la hormona del crecimiento no solo se encarga de la función de crecer, sino que también interviene en la distribución de la grasa corporal.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com

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