La natación es un deporte exigente, con el que puedes llegar a quemar una gran cantidad de calorías además de conseguir un desarrollo armónico del conjunto de tu musculatura. En este caso hablamos de un deporte concreto, pero hay que señalar que es aplicable a otras disciplinas ya que una dieta no se pone atendiendo al nombre de la actividad física, si no al número de entrenos y condiciones particulares de cada deportista.
Lo que comas antes y después de nadar es importante para obtener el máximo rendimiento en cada uno de tus entrenamientos en la piscina, así que, toma nota de los mejores alimentos para obtener el máximo rendimiento en cada uno de tus entrenamientos en la piscina, así que, toma nota de los mejores alimentos para lograrlo.
Tanto si nadas frecuentemente simplemente para mantenerte en buena forma, como si entrenas en el agua con un objetivo determinado: competir en una prueba, perder peso o batir tus propias marcas, debes saber que los expertos desaconsejan hacerlo tras un largo periodo de ayuno. Para obtener todos los beneficios de la natación es esencial que te lances a la piscina con la energía suficiente para que tus brazos y piernas se ejerciten con todas las garantías. También, al finalizar, reponer el esfuerzo con alimentación concreta es algo es básico para favorecer una óptima recuperación, que haga que te encuentres mejor que nunca y con ganas de volver a entrenar al día siguiente.
¿Qué comer antes y después de los entrenamientos de natación?
No nades con el estómago vacío. Lo ideal, es comer algo de fácil digestión 30 o 40 minutos antes de empezar a nadar y, también, reponer fuerzas tomando los alimentos adecuados unos 15 o 20 minutos una vez finalizado el entreno pero: ¿qué te conviene comer antes y después de nadar?
1) Cereales
Son la principal fuente de hidratos de carbono. En su versión integral y sin ser ultraprocesados se consideran de lenta absorción, por lo que resultan ideales para tomarlos antes y después de nadar, especialmente si vas a hacerlo durante un tiempo considerable nadando varias series de largos con el objetivo de aumentar tu resistencia.
Por la mañana, incluir en el desayuno previo al entreno, un tazón de copos de avena o una tosta de pan integral, son siempre buenas opciones. Si vas a nadar por la tarde, después de comer, el arroz o la pasta integral en cantidades moderadas van a ser un acierto seguro.
2) Frutas
Tentempié saludable para cualquier ocasión, que debes llevar en tu mochila cuando vayas a nadar. Las frutas son un alimento ideal para antes y después de entrenar, pues te aportarán vitaminas y minerales esenciales y también te ayudarán a mantener una buena hidratación.
Si vas a realizar un entrenamiento explosivo, por ejemplo nadando a intervalos a gran velocidad, los azúcares simples de la fruta fresca te vendrán fenomenal para evitar la bajada en los niveles de glucosaproporcionándote la energía extra que necesitas. Para después, un plátano puede resultar perfecto por ser uno de los alimentos más ricos en potasio, electrolito esencial para la recuperación tras el esfuerzo.
3) Frutos secos
Nueces, almendras, pistachos, avellanas… Un puñado de frutos secos son un snack ideal para nadadores por su alto aporte energético y por su composición especialmente rica en micronutrientes y en grasas saludables como el omega 3, del que las nueces son las campeonas.
Si por ejemplo, vas a nadar a última hora de la mañana, antes de comer y cuando el desayuno está más que digerido, media hora antes de lanzarte al agua toma una ración pequeña de frutos secos y verás que te ayuda a entrenar con energía de sobra protegiendo, además, tus articulaciones.
4) Lácteos desnatados
Un buen vaso de leche en el desayuno, un yogur 0%, o una bebida refrescante a base de leche y zumo (tipo smoothie natural)… Prueba a tomarlos antes o después de nadar como excelente manera de cuidar tus huesos, pero elígelos desnatados, porque a la hora de ejercitarte en la piscina debes evitar las digestiones pesadas (especialmente antes) limitando en lo posible la ingesta de grasas de cualquier tipo.
5) Carne de ave
Pollo y pavo, bien cocinados a la plancha, al vapor, al vino, a la sidra… Son dos alimentos que te proporcionarán la proteína que requieren tus músculos, sobre todo después de un entrenamiento intenso de natación.
Inclúyelos en tus menús y notarás que tu rendimiento en la piscina mejora con cada nueva sesión, aumentando la potencia y la definición de la musculatura de brazos y piernas que tanto trabajan para avanzar en cada brazada.
Fuente: José Luis Díaz Cruz (Dietista-Nutricionista) el 15 noviembre 2019
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