5 consejos para volver a una rutina de ejercicio físico

Después de este confinamiento, volveremos a la rutina diaria. Regresamos a nuestro trabajo, a nuestras obligaciones familiares, a los eventos sociales… y apenas tenemos tiempo de disfrutar de algo que es muy beneficioso para nuestro organismo: el ejercicio físico.

«No tengo tiempo». Es la excusa recurrente que utilizamos con los demás y con nosotros mismos para justificar que no hemos pisado el gimnasio en meses o que no hemos salido a correr nuestra media hora diaria.

Desde la revista Time, nos aconsejan una serie de trucos y estrategias, avalados por expertos en salud y bienestar, para ser capaces de volver a la saludable rutina de hacer ejercicio de manera duradera.

Consejos

Motivación… y visita al doctor. Lo primero que debes hacer es encontrar una motivación para comenzar (o retomar) tu actividad física. Olvídate de motivaciones externas, como la pérdida de peso o porque tu mejor amigo lo hace. Tienes que preguntarte a ti mismo «¿por qué quiero hacer ejercicio?».

No intentes cambiar tu dieta desde el primer momento, todo tiene su tiempo

Una vez descubierta tu motivación, lo siguiente que debes hacer es visitar a un médico. «Es una buena idea ver a un médico o a un fisioterapeuta antes de volver al gimnasio», señala Karen Litzy, fisioterapeuta y portavoz de la Asociación Americana de Terapia Física.

El médico debe asegurarse de que estás lo suficientemente saludable para la actividad física, mientras que el fisioterapeuta puede guiarte en tu retorno, recomendándote ciertas actividades para empezar de nuevo.

Calienta bien antes de salir a correr
Calienta bien antes de salir a correr

Tómate tu tiempo. No esperes volver a tu rutina anterior como si nada hubiera cambiado. Estos meses de parón han afectado a tu organismo, por lo que lo recomendable es volver paulatinamente, poco a poco. Con ello, evitarás lesiones, frustraciones y te costará menos “ponerte al día”.

¿Por qué quiero hacer ejercicio?

Los expertos sugieren comenzar con solo unos minutos al día de cardio, luego hacer entrenamientos más largos, incorporando pesas y valorando, si te lo puedes permitir, contratar un entrenador personal. El objetivo mínimo es llegar a 150 minutos de ejercicio a la semana.

No cambies todo a la vez. Muchas veces, cuando volvemos a practicar ejercicio físico, nos planteamos cambiar también nuestra alimentación, para lograr adelgazar o para hacerla más saludable. Los profesionales de la salud recomiendan concentrarse solo en una cosa y cambiar lentamente tus patrones de nutrición para que no te sientas abrumado y luego te rindas por la frustración.

Piensa en tus ejercicios. A menos que tu intención sea la de convertirte en un atleta profesional, tu enfoque número uno debe ser la movilidad y la flexibilidad. Busca ejercicios funcionales que no te provoquen dolor y no dejes de lado algunas de las las partes más importantes del ejercicio: calentamiento, estiramientos y recuperación.

El gimnasio en casa. Volviendo al inicio de este artículo, si la falta de tiempo es tu principa problema, piensa cómo adaptar el ejercicio a tu vida cotidiana. Ejemplos hay muchos. Evita ascensores y opta por escaleras, intenta caminar lo máximo posible y no cojas el coche si no es necesario, juega al futbol con tus hijos, da paseos con tu pareja… Todo suma a la hora de estar saludable.

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